Varias razones por las que usar una pantalla de PC para jugar es mejor que comprar una televisión
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Lo más normal es pensar instintivamente que, para jugar a una consola tipo Switch, Xbox o PS5, lo mejor es comprar una buena televisión. Pero en realidad esta decisión no tiene por qué ser tan obvia. Adquirir un monitor de PC en lugar de una TV puede tener varias ventajas para ciertos usuarios.
Sí, lo habitual es pensar que, si se trata de tener la mejor calidad de imagen y los mejores colores, tenemos que hacernos con una televisión para conectar una consola de sobremesa, como la PlayStation o la Xbox. Pero va a haber casos en los que usar un monitor de PC va a irte igual de bien, pudiendo ahorrarte mucho dinero por el camino.
Si en tu caso vas a jugar en el salón de tu casa, sí que tendría más sentido usar una buena televisión o Smart TV con pantalla grande, que será la que también uses en el día a día para ver la tele o tus plataformas de streaming. Pero si, por ejemplo, eres de jugar en tu habitación, seguramente comprarás una televisión de tamaño medio o pequeño, tamaños que perfectamente puedes encontrar en el mercado de monitores.
Los monitores son, por lo general, más baratos que una televisión, y ni siquiera porque vayan a tener necesariamente menor calidad de imagen (encontrarás monitores con aspecto 16:9 y resolución 4K), sino porque no tienen todos los conectores que sí puede tener una televisión. Si solo vas a usar la pantalla para jugar, mientras que el monitor tenga un puerto HDMI 2.1 ya lo tienes hecho, no necesitas los extras de una TV que no vas a usar.
A esto se suma que los monitores tienen casi siempre una mayor frecuencia de actualización, que puede ir entre los 120 o 240 Hz. Esto hace que la experiencia de juego sea mucho más fluida. Igualmente, no tienes que gastarte el dinero en aquel con mayor tasa de refresco, ya que las consolas más nuevas no suelen superar los 120 Hz, y puedes encontrar monitores interesantes con esta tasa de actualización. De igual forma, hay monitores con calidad UHD o 4K, pero si esta se sale un poco de tu presupuesto, una calidad de 1440p va a ser de todas formas lo suficientemente buena para jugar a una PS5 o Xbox sin que sientas que te estás perdiendo nada.
Ni que decir tiene que, además, si tienes un ordenador de sobremesa, vas a poder reutilizar el monitor para que te sirva tanto para el PC como para la consola.
Combínalo con barra de sonido o cascos
Luego está el tema del sonido. Obviamente, la ventaja de la TV es que ya viene con sus altavoces, pero la cosa es: hay muchos jugadores que, casi siempre, utilizan cascos bluetooth mientras juegan. Si este es tu caso, no importará que el monitor tenga altavoces poco potentes o no incorpore ninguno, porque por no mucho dinero extra puedes hacerte con una barra de sonido independiente que usar junto al monitor (y a la que además podrás darle otros usos si lo prefieres).
En cuanto a la relación de aspecto, aunque solemos ver los monitores de PC como más cuadrados que las TV, vas a encontrar en tiendas toda clase de relaciones de aspecto, algunas son incluso extremadamente anchas, como los de 32:9. Sin embargo, no necesitas un monitor tan rectangular.
Un aspecto de 32:9 podría incluso provocar que veas barras negras a los lados porque muchos videojuegos no van a soportar esta relación de aspecto. Simplemente con una de 16:9 te bastará. Y como decíamos antes, lo importante es que el monitor incorpore puertos HDMI 2.1, (idealmente dos para poder conectar un PC o Chromecast), y con versión 2.1 para garantizar que sean compatibles con estándares como ALLM (Auto Low Latency Mode) y HDMI-VRR (tasa de refresco variable). No necesitas mucho más.