Desde Google reconocen que no quieren tener el navegador más rápido en la mayoría de las ocasiones, sino que su objetivo es que Chrome siempre sea el navegador más rápido. Y lograrlo significa seguir haciendo cambios para que los usuarios se beneficien de la mejor experiencia. Lo último es una modificación que no habíamos previsto y que consigue mejorar la velocidad del navegador. ¿Cómo lo logra?
Como ha ocurrido en otros casos, la última novedad introducida por Chrome no solo llega al navegador de Google, sino que se ha integrado en Chromium. Eso significa que los demás programas que utilizan su motor también pueden beneficiarse de ello, tal y como es el caso de Microsoft Edge. Son, sin duda, muy buenas noticias, ya que ayudará a que muchas más personas naveguen más rápidamente.
Puliendo el uso de las cookies
Hoy día, y cada vez más, las cookies son algo que forman parte de nuestro día a día. Google se ha dado cuenta de esta presencia y, por otro lado, ha detectado que su carga puede llegar a ralentizar la experiencia de navegación. Debido a ello ha trabajado en el sistema Share Memory Versioning, con el cual se resuelven estos problemas que se están encontrando en muchas páginas.
Más exactamente, lo que dicen desde Google es que han detectado que hay muchas webs que no tienen bien implementado el sistema de cookies desde un punto de vista técnico. Así, hay páginas en las que se llevan a cabo peticiones de recursos de manera continuada y otras en las que las peticiones de las mismas cookies se acumulan una y otra vez. Todo eso provoca que el navegador tenga que acumular procesos y que se ralentice la carga de ese tipo de páginas web. No ocurre con todas, pero si Google ha tenido que mediar en este problema es porque, sin duda, debe ser con una gran cantidad de ellas. A continuación, compartimos contigo más datos que han obtenido con sus análisis.
Así mejora esta novedad el rendimiento
Antes de trabajar en este ajuste, Google ha realizado una serie de pruebas con las cookies de las páginas web y han descubierto que el 87% de los accesos de las cookies eran redundantes. Eso implica que se está haciendo trabajar al navegador de una manera exagerada e innecesaria, lo que provoca bajadas en el rendimiento que podrían no estar sufriéndose. Cuando llegaron a esta conclusión y vieron que el problema era incluso mayor, porque algunas webs registraban cientos de peticiones de las mismas cookies cada segundo, supieron que tenían que hacer algo.
La proporción de páginas en las que se producía el problema era enorme, por lo que tenían que hacer algo para ayudar a esas webs sin llevar a cabo un proceso de desarrollo independiente para cada una de ellas. Al final han dado forma a este nuevo sistema del que te hemos hablado antes, Share Memory Versioning, el cual optimiza la manera en la que se gestionan las peticiones de cookies.
Una vez han implementado este cambio, los resultados han comenzado a mejorar. Han realizado nuevos análisis y lo que han descubierto es que, en el peor de los casos, en las webs más lentas, se ha producido una mejora en la velocidad del 5%. En general, se han reducido los problemas en un 80% y la velocidad es ahora un 60% superior. Esa es una importante victoria para Chrome, puesto que seguro que todas las páginas están incrementando su rendimiento gracias a ello. Además, es de esperar que Google siga trabajando en Share Memory Versioning para pulir esta tecnología y mejorar la forma en la que se gestionan las cookies, donde ya sabemos que posiblemente hay mucho margen de mejora.
Tal y como dicen desde Google, saben la importancia que tiene el navegador en estos tiempos y lo fundamental que es que los recursos que utiliza el mismo, tanto de memoria como de CPU, estén muy optimizados. De esa manera se puede garantizar una mejor experiencia al usuario, aspecto que, al fin y al cabo, es lo que Chrome ha querido mejorar desde sus orígenes.